
En los momentos más oscuros de la vida, cuando todo parece perdido, una chispa de fe puede encender la luz que guía hacia la salvación.
Así como aquel barco encontró esperanza en una pequeña cerilla, tu alma puede hallar descanso en Cristo.
Él sigue diciendo: “Venid a mí… y hallaréis descanso para vuestras almas.”