
Los efectos del pecado de Adán sobre su posteridad se declaran en la Confesión de Westminster como:1) La culpa de su primer pecado. 2) La pérdida de la justiciaoriginal. 3) La corrupción de toda nuestra naturaleza, que (es decir, corrupción), comúnmente se llama pecado original. Esta corrupción inherente en la que nacen todos los hombres desde la caída, se llama apropiadamente pecado original.