
«Si no venís a revolucionar el mundo con una idea disruptiva, si no estás dispuesto a crecer exponencialmente y convertirte cuanto antes en una empresa de más de mil millones de dólares, tu esfuerzo no sirve.»
Este parece ser el mantra que se repite el en el mundo inversionista y de los emprendimientos tecnológicos.
¿Será tan así? En este episodio analizamos varios casos.