
La satisfacción tiene la dulzura de un bien alcanzado, pero también encierra el peligro de detenernos. El Adviento es un tiempo para estar atentos, para esperar. Un creyente no debe conformarse nunca con lo que ofrece el mundo, debe siempre anhelar el cielo, pues en “esta tierra estamos exiliados y nuestros deseos, aunque a veces satisfechos, siempre vuelven a aparecer” dice el Padre Eugenio Prévost.
En este tiempo de Adviento, la Congregación de la Fraternidad Sacerdotal les ofrece unas sencillas meditaciones acerca de cuáles deben ser las actitudes para este tiempo de espera, del advenimiento de nuestro Señor. La Navidad se acerca y el Adviento está en marcha. Debemos, en últimas, vivir en un adviento constante, es la invitación del Padre Elkin López en esta reflexión.