(Ver debajo para español)

What does it mean to be in the “image of God”? The Chief Apostle describes this in the sense that God has given us His attributes, i.e. we have speech and freedom, and with that freedom, we are endowed with the ability to reason, to love, to be responsible, etc. He shared with us these attributes for us to live in perfect harmony with Him, with one another, and with creation.

However, with the fall into sin, these perfect relationships were broken. There have been power struggles among individuals and nations throughout history. Even with creation, people put material things higher than their relationships with God or one another. Yet, Genesis 1:27 says that God created man and woman in His image – they are equal to Him, and we should all be equal to one another.

The only solution to this brokenness is Jesus Christ, the second Adam (1 Corinthians 15:45-48). He came to open the way of salvation with His sacrifice, and to give us an example of how we can become the new creation.

So, in order to be in that perfect image again, we must believe in Christ and share in the sacraments that He established, which help us to become the people that God wants, and originally intended, us to be. As Apostle Paul said in Galatians 3:28, “There is neither Jew nor Gentile, neither slave nor free, nor is there male and female, for you are all one in Christ Jesus.” We are to be one in Christ, and enter into the new kingdom, and the new heaven and new earth.

ESPAÑOL

¿Qué significa ser a “imagen de Dios”? El Apóstol Mayor describe esto en el sentido de que Dios nos ha dado Sus atributos, es decir, tenemos habla y libertad, y con esa libertad estamos dotados de la capacidad para razonar, amar, ser responsables, etc. Él compartió con nosotros estos atributos para que vivamos en perfecta armonía con Él, con los demás y con la creación.

Sin embargo, con la caída en el pecado, estas relaciones perfectas fueron quebrantadas. Ha habido luchas de poder entre individuos y naciones a lo largo de la historia. Incluso con la creación, las personas ponen las cosas materiales por encima de sus relaciones con Dios y entre sí. No obstante, Génesis 1:25 dice que Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen: son iguales para Él, y nosotros debemos ser iguales entre nosotros.

La única solución para este quebrantamiento es Jesucristo, el segundo Adán (1 Corintios 15:45-48). Él vino para abrir el camino de la salvación con Su sacrificio, y para darnos un ejemplo de cómo podemos convertirnos en la nueva creación.

Por lo tanto, para ser nuevamente esa imagen perfecta, debemos creer en Cristo y ser partícipes de los sacramentos que Él estableció, los cuales nos ayudan a convertirnos en las personas que Dios quiere, y originalmente tuvo la intención, que seamos. Como el Apóstol Pablo dijo en Gálatas 3:28: «No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús». Hemos de ser uno en Cristo, y entrar en el nuevo reino, y en el nuevo cielo y la nueva tierra.