
Suscribete a la Bitacora de Focus
Hay algo curioso en cómo hablamos con nosotros mismos, especialmente cuando lo escribimos.
Casi como si fuera que estuviéramos tocando un instrumento.
Como si fuera terapia, una forma de despejar la mente, liberar emociones y gestionar el estrés, o simplemente como productividad, un método para optimizar la concentración y el seguimiento a los objetivos.
Ambos son útiles por sí mismos, pero limitan el acto a la utilidad.
Gracias por escuchar Focus Podcast.
J.