
Programar no es lo que más amo en la vida, me encanta sí, también es mi oficio, mi profesión, porque yo no podría trabajar con pasión en lo que amo todos los días, así como no podría comer lo que más amo todos los días. Los primeros tres días a lo mejor y soy muy feliz, pero al cuarto me daría cuenta, inevitablemente, de que el pollo frito está muy grasoso y que ni es tan rico. Lo que uno ama se dosifica o se estropea y se deja de amar. 💔