Introducción
El Renacimiento del Idealismo se refiere a la revitalización de las corrientes filosóficas que, desde finales del siglo XIX y a lo largo del XX, recuperaron y reinterpretaron las ideas centrales del idealismo clásico —especialmente el desarrollado por Kant, Fichte, Schelling y Hegel— para responder a los desafíos intelectuales, científicos y culturales de la modernidad.
Tras un periodo en el que el positivismo, el materialismo y las filosofías científicas parecían dominar el panorama intelectual, varios pensadores vieron la necesidad de revalorizar la dimensión espiritual, moral y racional del ser humano, afirmando que la realidad no puede comprenderse únicamente desde los datos empíricos, sino que requiere atender al papel constitutivo de la mente, la conciencia y los valores.
Este renacer no fue un retorno literal a los sistemas idealistas del siglo XIX, sino una reformulación que dialogó con nuevas corrientes como la fenomenología, el existencialismo, la filosofía analítica y la hermenéutica. El objetivo era integrar el legado del idealismo con los avances del pensamiento contemporáneo, manteniendo su énfasis en que el mundo de la experiencia está mediado por estructuras conceptuales y que la libertad humana es un principio fundamental.
En este contexto, el renacimiento del idealismo abrió debates sobre la naturaleza de la verdad, el papel del sujeto en el conocimiento, la ética universal y el sentido de la historia, influyendo tanto en la filosofía continental como en la anglosajona.