
En Medellín la demanda de vivienda para arrendamiento está superando la oferta. Parte de la explicación para que eso ocurra tiene que ver con la llegada de extranjeros que encuentran en la ciudad condiciones atractivas para trabajar de manera remota. Eso está llevando a que algunos arrendadores decidan poner sus propiedades en plataformas como Airbnb que les resultan mucho más rentables que el arriendo tradicional. ¿Está viviendo Medellín un proceso de gentrificación? ¿Qué impacto tiene ese fenómeno para los habitantes tradicionales de la ciudad?