
En las últimas décadas, la demanda de productos del mar ha crecido exponencialmente. Esto ha puesto una presión enorme sobre nuestros ecosistemas marinos, y la pesca extractiva tradicional ya no da abasto. Aquí es donde laacuicultura, el cultivo de organismos acuáticos, entra en juego. Pero, ¿cómo podemos hacerla sostenible y minimizar su huella en el medio ambiente? Ahí es donde entra la tecnología, ¿verdad?