
Todo emprendedor en sus comienzos es capitán y soldado, director de orquesta y violinista.
Tiene que patear el centro y cabecear.
Pero, ¿qué pasa cuando ya no nos alcanzan las horas del día?
¿Qué es urgente y qué es importante?
¿Cómo delegar sin perder el control?
¿Cuáles son las tareas que deberían ser delegadas?
En este episodio te cuento las respuestas que encontré a estas preguntas y cómo eso cambió mi modo de ver los negocios.