
LA ESPIRITUALIDAD se basa desde y principalmente en el AMOR, en ese sentimiento que viene desde adentro, desde el fuero interno da cada persona antes de darle un atributo al mismo. Por eso, lo bonito de la espiritualidad, es que todos la tenemos porque los seres humanos somos amor; y la forma más pura y más básica del amor es la CONTEMPLACIÓN. La experiencia contemplativa nos demuestra que podemos estar más conectados con nuestra espiritualidad cuando estamos más despiertos ante lo que sucede ya que implica “desaprender” nuestros hábitos de enfocar la atención. En vez de ello, se espera estar abiertos a los movimientos, a la intuición, a la energía, a las personas. En la contemplación permanecemos alertas, no enfocados en una cosa hasta el punto de excluir otras.