
Entendemos por pantallas tanto televisores, como tabletas, móviles u ordenadores. Estas recomendaciones han sido creadas y compartidas por la Academia Americana de Pediatría, que se ha ido actualizando sobre este tema, sacando su última guía en 2016 y que sobretodo anima a los padres e hijos a promover hábitos saludables de consumo mediático desde pequeños. Personalizando un plan de consumo en las familias y compartiéndolo con los hijos.
También hay que tener en cuenta que si un niño tiene que dormir entre 9-12 horas (según su edad), y va a la escuela 8 al día, en las horas que quedan hay que buscar hueco para la higiene personal, la comida, actividad física, deberes (si hay) y tiempo en familia para hablar y compartir. Así que el tiempo de pantallas debería siempre estar supeditado al resto de tareas y obligaciones y nunca quitar horas de sueño o ejercicio físico.
La recomendación es de crear un Plan de uso mediático, personalizado para cada familia y sobretodo compartirlo con todos los cuidadores (en caso de que los niños estén al cuidado de abuelos o canguros) y enfatizar en que ese plan es personalizado para vuestra familia, y puede que otras familias lo tengan diferente, eso no quiere decir que el suyo tenga que cambiar.