EJERCICIO DEL PERDÓN A LOS DEMÁS Y A UNO MISMO
 




Para practicar este ejercicio del perdón, siéntate cómodamente. Deja que tu cuerpo y tu mente se relajen. Respirando suavemente en el área de tu corazón, permítete sentir todas las barreras que has erigido y las emociones que has cargado porque no has perdonado, no te has perdonado a ti mismo, no has perdonado a los demás.

Permítete sentir el dolor de mantener tu corazón cerrado. Luego, respirando suavemente, comienza a pedir y extender el perdón, recitando las siguientes palabras, dejando que las imágenes y los sentimientos que surjan se profundicen a medida que los repites.

 
1. PERDÓN A LOS DEMÁS
 

Repite en tu interior: Hay muchas formas en las que he lastimado y lastimado a otros, los he traicionado o abandonado, les he causado sufrimiento, a sabiendas o sin saberlo, debido a mi dolor, miedo, ira y confusión. 

Permítete recordar y visualizar las formas en que has lastimado a otros. Ve y siente el dolor que has causado por tu propio miedo y confusión. Siente tu propio dolor y arrepentimiento. Siente que finalmente puedes soltar esta carga y pedir perdón. Imagina cada recuerdo que aún agobia tu corazón. Y luego a cada persona en tu mente repite: te pido perdón, te pido perdón.


 
2. PERDÓN A TI MISMO
 

Repite en tu interior: Hay muchas maneras en que me he lastimado y dañado a mí mismo. Me he traicionado o abandonado muchas veces a través del pensamiento, la palabra o la acción, a sabiendas o sin saberlo. 

Siente tu propio cuerpo precioso y tu vida. Vamos a sí mismo ver las formas en las que te has herido o perjudicado a ti mismo. Imagínalo, recuérdalo. Siente el dolor que has llevado por esto y siente que puedes liberarte de estas cargas. Extiende el perdón por cada uno de ellos, uno por uno.

Repítete a ti mismo: por las formas en que me he lastimado a mí mismo a través de la acción o la inacción, por miedo, dolor y confusión, ahora extiendo un perdón total y sincero. Me perdono, me perdono.

 
3. PERDÓN PARA AQUELLOS QUE TE HAN HERIDO O DAÑADO
 

Repite en tu interior: Hay muchas formas en que he sido dañado por otros, abusado o abandonado, a sabiendas o sin saberlo, en pensamiento, palabra o acción. 

Permítete imaginar y recordar estas muchas maneras. Siente el dolor que has cargado de este pasado y siente que puedes liberar esta carga de dolor extendiendo el perdón cuando tu corazón esté listo.

Ahora dite a sí mismo: Ahora recuerdo las muchas formas en que otros me han lastimado o dañado, me han herido, por miedo, dolor, confusión e ira. He llevado este dolor en mi corazón demasiado tiempo. En la medida en que esté listo, les ofrezco perdón. A los que me han hecho daño, les ofrezco mi perdón, les perdono.

 

Permítete repetir suavemente estas tres direcciones para el perdón hasta que sientas una liberación en tu corazón. Para algunos grandes dolores, es posible que no sientas una liberación, sino solo la carga y la angustia o la ira que has tenido. Perdónate a ti mismo por no estar listo para dejarlo ir y seguir adelante.

El perdón no puede ser forzado; no puede ser artificial. Simplemente continúa la práctica y deja que las palabras y las imágenes trabajen gradualmente a su manera. Con el tiempo podrás hacer de la meditación del perdón una parte regular de tu vida, dejando ir el pasado y abriendo tu corazón a cada nuevo momento con una bondad amorosa y sabia.


 
MEDITACIONES DEL PERDÓN
 

Una técnica muy utilizada para practicar el perdón es Back to Episodes