La fortaleza que conquistas, la determinación que decides asumir, la adaptación nueva que tienes que acoger, la resiliencia con que aprendes a moverte, porque son estos factores los que finalmente despejarán tu futuro definitivamente.   Haz del famoso adagio japonés tu oración preferida: “La disciplina, tarde o temprano, vencerá a la inteligencia”. No vivimos a la altura de nuestras capacidades, vivimos a la altura de nuestras creencias. Si no eres consciente de que tu forma de creer debe superar tus capacidades y tus conocimientos no llegarás muy lejos. Tanto estancamiento en personas inteligentes y capaces radica en ignorar esta verdad.   Creer es más importante que saber, más trascendental que  poder, y más poderoso que tener. Nada tiene tanto poder como una creencia a la que se le ha llegado la hora ¿Ya sabes que creencia tuya arde tanto dentro de ti que sientes que ya se le llegó la hora? Aquello que no hayas logrado aún tiene su respuesta en la falta de una creencia profunda.   Creer no es una declaración vacía que se expresa como producto de la emoción, Creer es determinación radical por un hacer obsesivo que supera cualquier limitación por imposible que parezca, eso nos dirían Rick y Dick Hoyt.

La fortaleza que conquistas, la determinación que decides asumir, la adaptación nueva que tienes que acoger, la resiliencia con que aprendes a moverte, porque son estos factores los que finalmente despejarán tu futuro definitivamente.   Haz del famoso adagio japonés tu oración preferida: “La disciplina, tarde o temprano, vencerá a la inteligencia”. No vivimos a la altura de nuestras capacidades, vivimos a la altura de nuestras creencias. Si no eres consciente de que tu forma de creer debe superar tus capacidades y tus conocimientos no llegarás muy lejos. Tanto estancamiento en personas inteligentes y capaces radica en ignorar esta verdad.   Creer es más importante que saber, más trascendental que  poder, y más poderoso que tener. Nada tiene tanto poder como una creencia a la que se le ha llegado la hora ¿Ya sabes que creencia tuya arde tanto dentro de ti que sientes que ya se le llegó la hora? Aquello que no hayas logrado aún tiene su respuesta en la falta de una creencia profunda.   Creer no es una declaración vacía que se expresa como producto de la emoción, Creer es determinación radical por un hacer obsesivo que supera cualquier limitación por imposible que parezca, eso nos dirían Rick y Dick Hoyt.