
La resurrección de Cristo ha cambiado el destino de la humanidad, condenada a la muerte eterna, Dios le devuelve la esperanza de una nueva resurrección a los que creen en él y le siguen con obediencia hasta del fin de sus días. Es la promesa que encontramos en Romanos 6:4ss Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.