
¿Cuántas veces te ha sucedido que quieres lograr algo y no lo consigues? ¿Muchas, pocas, sólo algunas?
Es bien sabido que el alcanzar metas depende de muchos factores y variables; por ejemplo, la perseverancia de cada uno, el conocimiento que se tenga, el hecho de que se presenten las condiciones adecuadas, el enfocarse en elaborar un plan bien estructurado y definir los pasos a seguir, considerar los retos que habrá que enfrentar, el apoyo que se recibe en el camino, la capacidad de sobreponerse ante las adversidades y muchas cosas más.
Sin embargo, el mayor obstáculo al que se enfrentan las personas es a su propia mentalidad. El hecho de que no alcancen lo que se proponen se presenta en mayor medida porque no creen que ellas lo puedan lograr. Es decir que saben que hay otras personas que se ponen los mismos retos, se fijan las mismas metas y consiguen lo que quieren, pero asumen que para ellas esto no está a su alcance. No se dan cuenta de que tienen la misma capacidad y oportunidades que aquellas otras personas, y por algún motivo deciden creer que eso que quieren conseguir no está al alcance de ellas. Y si, creer que lo puedes lograr o no, es una decisión.