
A veces sanar no es sonreír, es permitirte sentir.
Está bien llorar, guardar silencio, tomar distancia y dejar que el corazón encuentre su calma.
Ser vulnerable no te quita fuerza, te conecta con tu verdad.
💬 Escríbeme y te acompaño personalmente a transformar tu dolor en poder y tu historia en libertad interior.