
No son las palabras las que duelen, es la herida que todavía no has sanado la que sangra cuando alguien la toca.
En este episodio te hablo de por qué muchas veces lo que te molesta o te hiere de otros no tiene que ver con ellos, sino contigo.
Te mostraré cómo las redes, la familia y las relaciones son espejos que reflejan lo que aún necesitas sanar… y cómo dejar de reaccionar desde el dolor para empezar a vivir desde la conciencia.