
Tras Luang Prabang, me trasladaré 200 km al sur. El día 9 comenzaría un voluntariado en SAE lao proyect. Sí, justo ese proyecto con el que me encontré de bruces en mi viaje del año pasado. Volví y cumplí con mi palabra de colaborar con ellos siguiendo mis sensaciones. Me sentía muy ilusionado por poder ayudar a aquellos niños que tanto me enseñaron el año apasado a la par de con la expectativa de poder acolaborar significativamnte de forma económica gracias al Dharma Spirit Festival. Con estas premisas de partida, tal y como acostumbra, la Realidad impuso su Ley y claro nunca es como pensamos que va a ser.
¿Te quedas a escuchar lo que había allí para mí?