
Deya y Karely reflexionan sobre Proverbios 11:25, el cual dice: "El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado." En su conversación, reconocen que el acto de dar no solo es una expresión de gratitud hacia Dios, sino también una evidencia de confianza en Su provisión. Al practicar la generosidad, demuestran que dependen de Dios y creen firmemente en Sus promesas de bendición y cuidado para quienes viven con un corazón desprendido.