
Nilsa tenía apenas 10 años cuando una tragedia marcó su vida para siempre: su padre fue asesinado. Lo que siguió fue un largo camino de dolor, confusión y silencios rotos por preguntas imposibles de responder. Sin embargo, lo que parecía el inicio de una historia sin esperanza, se convirtió en un viaje de fe y redención.Hoy, desde Bolivia, Nilsa quien es de Guatemala originalmente, nos comparte cómo, a pesar del trauma, logró perdonar al hombre que le quitó a su padre. Su testimonio no es solo un relato de pérdida, sino una muestra viva del poder de Dios para sanar incluso lo más profundo del alma.