
En los años 90, miles de peruanos depositaron su fe, sus ahorros y su futuro en una empresa que prometía seguridad y prosperidad. Esa empresa se llamaba CLAE (Compañía Latinoamericana de Asesoramiento Empresarial), y detrás de ella estaba Carlos Manrique, un hombre que se presentó como el salvador económico del pueblo… pero terminó siendo recordado como uno de los mayores estafadores de la historia del Perú.