
Esta celebración recuerda la potestad conferida por Cristo a quien es su representante en la tierra, cabeza de la Iglesia y Sumo Pontífice, tal como consta en los Evangelios: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella" (cfr. Mt 16, 18-19).