Llegas a tu casa cansado de estar todo el día cambiando de transportes, lidiando con reuniones, el estrés del trabajo, el ambiente laboral o que simplemente no te alcanza con lo que ganas y piensas como poder generar más. Como un cazador de la edad de piedra entras a tu cueva y te das cuenta de que ya no sólo es necesario ser un proveedor, debes de hacer mucho más. Hoy tener un hogar, no se trata solo de proveer, se trata de ser, de estar y formar parte. No es suficiente traer la comida en la mesa, es necesario dar el cariño, la atención, incluso la guía cuando es necesario. ¿Por qué? Porque tu lo decidiste, y porque es parte de esa construcción. Nada es imposible, lo imposible solo tarda un poco más.