
El desprecio requiere en su manifestación de cierto componente consciente, cognitivo, relacionado con el pensamiento y los procesos decisorios. Abraham desprecia a su mujer (Génesis 16:4) al concebir con Agar y aliviana la experiencia de Sara. Esaú burla las prioridades de Jacob (Génesis 25:34) y desprecia la primogenitura. Job plantea desprecios validados para reconsiderar su vida (Job 9:20). Despreciar puede llenarnos de prejuicios y empobrecer nuestros sentidos ¿Cómo lidiar con esta emoción?