El desarrollo de nuestra historia narra la crónica de una serie de eventos concatenados mediante un nexo común: El PRINCIPIO de territorialidad.Sabido es que a estas alturas,ya casi ningún pueblo detenta el status de autóctono;sino todo lo contrario.Guerras y disputas contribuyeron en hacer colocaciones en imperio de la ley del triunfador,y en detrimento de los despojados.Hoy, casi en los umbrales de la Agenda 2030,la élite nos enrostra un mestizaje con pretensiones de usucapión, mientras que desde las sombras,el terrorismo mapuche propone una solución en la que la grieta demoliberal se da la mano en un taller de cietei socialista,al servicio de la filantropía.Andinia,gritan por allí en los altares del Demiurgo arquitecto del desorden global.