No negamos nuestras emociones. Las aceptamos y somos conscientes de ellas para ser capaces de ir más allá de ellas sin que te atrapen y se conviertan en todo lo que estás experimentando en el momento y finalmente, te robes a ti mismo la posibilidad de ser más que ésa emoción.
Hacer esto nos conecta con nuestra fuerza, con todo el poder interno que tenemos de transformar nuestra realidad desde el amor, la gratitud, la generosidad. Por eso hoy vamos a hacer una meditación poderosa para finalizar el año, comenzar uno nuevo.
La meditación Metta es muy especial, la versión de hoy está dedicada a las familias, a los enfermos, a aquellos que han vivido duelos y a todos los que deseen compartir la intención de estar feliz, en bienestar, libres de sufrimiento y en paz.