
Cuando te sientes rodeado de presión y miedo, es fácil perder la perspectiva. Pero, ¿y si Dios ya proveyó la ayuda por la que has estado orando? Mantenlo en contexto: la batalla no es prueba de que estés perdiendo; es evidencia de que llevas algo por lo que vale la pena pelear.«Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo». – 1 Juan 4:4 (NVI)
Referencias bíblicas:2 Reyes 6, versículos 8-17Romanos 8, versículo 181 Juan 4, versículo 4Génesis 37, versículos 16-18