En este episodio te cuento una experiencia que tuve con las abejas. Por si no sabías, las abejas solo pican cuando se sienten amenazadas. Por lo tanto, la única manera de que no te piquen es mantener la calma y evitar los movimientos bruscos... todo un desafío no?! Porque claro, tendemos a movernos bruscamente para evitarlas.  Aprendí muchísimo de quedarme en calma y escuchar el sonido de sus alas y cómo a través de la quietud, simplemente desaparecían. Esto MISMO pasa con los pensamientos, con las emociones y con las situaciones incómodas. Invertimos muchísima energía tratando de evitar sentir.  Qué increíble es cómo todo cambia cuando acepto. Cuando observo sin identificarme.