
La cultura se revela esta semana como un campo de batalla dinámico de ideas y poder, desafiando narrativas históricas y redefiniendo instituciones. Un puerto sumergido cerca de Taposiris Magna reaviva la búsqueda de la tumba perdida de Cleopatra, fusionando leyenda y ciencia con implicaciones de diplomacia cultural y turismo. Museos clave como el Reina Sofía abrazan una visión transformadora, buscando ser más feministas, ultracontemporáneos y corrigiendo activamente los sesgos históricos en sus colecciones. La Conferencia MONDIACULT 2025 consagró formalmente la cultura como un derecho humano fundamental y una herramienta esencial de diplomacia y resiliencia global. Finalmente, el éxito arrollador de obras no occidentales, como el anime Demon Slayer, y el reconocimiento del cine de autor, como el León de Oro a Jim Jarmusch, demuestran que el mapa de la hegemonía cultural global se está redibujando irreversiblemente.