
San Roque, patrono de los enfermos, peregrinos y protector contra las epidemias.
Su vida fue un testimonio de amor y entrega: dedicó su juventud a cuidar a los más pobres y enfermos, confiando siempre en la providencia de Dios.
Que su ejemplo nos inspire a vivir la caridad y a no olvidar a quienes más nos necesitan.