
El mercadeo de la política no es nuevo, claro que no. Pero los hitos alcanzados por Sánchez no tienen parangón. El último episodio con la amnistía como clave no le ha salido bien, aparentemente. Y digo en apariencia porque es cuestión de tiempo, no se preocupe. La ley de amnistía saldrá y seguirá el dictado de quienes tienen a Sánchez cogido por los bajos. Esta semana lo que ha quedado en evidencia es que el Gobierno ha sido entregado, supeditado y sometido a la extorsión de unos politicuchos que delinquieron, sin ambages, y que quieren salir indemnes de su pulso contra un Estado de Derecho como es España. El tiparraco refugiado, exiliado…perdón, fugado en Waterloo lo tiene claro. Su lucha le está dando un modo de vida, porque el separatismo, el independentismo no es más que un cuento del que muchos llevan viviendo muchos años. Y lo quieren seguir haciendo. Y lo harán, ya lo verá. Usted, como yo, mientras tanto debería seguir a sus cosas. Los ciudadanos de bien ya tenemos suficiente con nuestras vicisitudes como para preocuparnos por estas miserias de la política. El único problema es que esas miserias distorsionan nuestra vida, aunque no queramos. La única solución sería salir corriendo. Más de uno, lo está pensando. Porque lo que vivimos en España no tiene ni pies ni cabeza.