
El pasado es un recuerdo borroso que de manera errada usamos para definir nuestro presente . Nos apegamos a las experiencias, personas y decisiones que hemos tomado , incluso si se han vuelto irrelevantes para nuestro contexto actual. Como resultado, llevamos la culpa y los arrepentimientos de nuestro pasado como una pesada carga que sabotea nuestra presencia. Esta culpa y arrepentimiento crea una limitación sobre cuánto podemos lograr en el presente, ya que estamos demasiado enfocados en los aspectos negativos de las cosas vividas . Es necesario reconocer que nuestro pasado no tiene por qué definir nuestro presente; siempre que aprendamos de nuestros errores y evolucionemos a partir de nuestras experiencias, podemos trascender el pasado y avanzar para crear un futuro mejor.
La clave es sanar las relaciones con nuestros padres, la infancia y todos los errores que hemos cometido , para poder seguir adelante. Debemos aprender a dejar de lado la culpa y el arrepentimiento de nuestro pasado , en cambio, centrarnos en el momento presente. Al hacer esto, podemos liberarnos de la carga mental de los recuerdos y abrirnos a nuevas posibilidades y oportunidades de crecimiento y evolución en el presente.
Nos quedamos atrapados en un ciclo de autosabotaje , la única forma de trascender esta prisión psicológica es a través de la autoconciencia y el trabajo interior. Debemos encontrar el coraje para confrontar nuestros recuerdos, aceptar nuestra culpa y aprender de nuestros errores. Solo entonces podremos iniciar el proceso de sanación y liberarnos de las ataduras , de las cosas vividas. Con una mayor comprensión de nuestras motivaciones conscientes e inconscientes, podemos desarrollar una conexión más fuerte con nuestro presente y avanzar con mayor confianza.
No es una tarea fácil, pero sí necesaria. Para avanzar verdaderamente, debemos estar dispuestos a mirar dentro de nosotros mismos y aceptar la responsabilidad por el impacto que nuestras acciones pasadas tienen en nuestro presente y futuro. Solo siendo honestos con nosotros mismos y aprendiendo a perdonar, podemos dar el paso de trascender nuestro estado actual de ser y avanzar hacia un presente más consciente y atento.