
La mente y el cuerpo trabajan en sincronía, y ambos han de reponerse a través de un sueño reparador. La ansiedad y otros cuadros se exacerban cuando no descansamos apropiadamente, y los pensamientos catastróficos vuelven con más fuerzas después de haber pasado una mala noche (o varias seguidas) y amanecer agotados