
Este capítulo viene con dedicatoria y un profundo agradecimiento.
Para mi emprender es un camino de altos y bajos.
Lleno de pasión, propósito, impulso, alegría y la sensación de que a pesar de que otros caminos serían más fáciles, este es el camino correcto.
Nos han hecho pensar que solas llegamos más rápido, pero la realidad es que en tribu llegamos más lejos.
Agradezco a la vida por haberme cruzado con mujeres tan increíbles.
Con algunas hoy sigo compartiendo el camino y valoro su presencia en mi vida. Son las amigas que siempre desee y el tipo de personas que amo, porque me inspiran a dar lo mejor de mí.
Gracias por recordarme que siempre estamos en el buen camino, a pesar de las dudas.
Porque es normal, al ego le gusta hacernos pensar que las cosas van a salir mal.
Con otras, aunque compartí menos tiempo igual me dejaron grandes aprendizajes.
Sé que nos han enseñado a desconfiar, a qué el otro nos va a quitar la idea o nos va a juzgar.
Pero si hay algo que he aprendido en estos espacios, es que hablar con otras emprendedoras es sinónimo de claridad, sostén, reconectar con la vida, saber que no estás sola, que es normal tener miedo de vez en cuando, pero cuando el propósito es tan grande, siempre encuentras formas de seguir adelante.
Estamos construyendo el negocio de una vida y sabemos que eso merece un profundo respeto.
Las honro.
Les deseo que sigan inspirando con sus negocios.
Gracias por haber hecho parte de mi camino.
Las quiero.