
En 1905, un joven patólogo estadounidense se encontraba examinando unas muestras, bajo su microscopio, cuando algo llamó su atención. Unos grandes y abultados cúmulos de células repletos de puntos ovoides con halos totalmente claros se observaban por todos lados. De pronto, el intrépido médico empezó a imaginarse que lo que estaba viendo, podría ser un microorganismo desconocido, hasta el momento.
Bibliografía
Fernández Andreu CM, Illnait Zaragozí MT, Machín GM, Perurena Lancha R, Vaca EM. Histoplasmosis updating. Rev Cubana Med Trop. 2011;63(3):188–205.
Sánchez Saldaña L, Galarza C, Franco Cortéz F. Infecciones micóticas sistémicas o profundas : Histoplasmosis. Dermatol Perú. 2010;20(1):1–14.
Arenas R, Torres E, Zaror L, Stchigel A. Histoplasmosis. En: Micología Médica Ilustrada. 2014. p. 209–219.