
Puedes tener todo bajo control, pero si vives con rencores o conflictos sin resolver, la paz nunca llega del todo. En este episodio hablamos de cómo el perdón libera, cómo la reconciliación sana las relaciones y por qué los resentimientos son ladrones silenciosos de paz. Ser pacificador no es evitar los problemas, sino afrontarlos con verdad, justicia y amor. Porque la paz no se guarda: se comparte. Lo que recibes dentro, lo transmites fuera —en tu familia, en tu pareja, en tu trabajo y en la sociedad.Te dejo otros episodios mencionados aquí:
- LSDLN: El cariño salva, donde se menciona a Numa Turcatti.
- La magia del perdón, sobre perdonar.