
Gracias a Dios nos atrevimos, aunque ha sido muy difícil intentar sobrevivir, en medio de la discriminación por ser venezolanos, muchas personas no han entendido que nuestra salida no fue para buscar un futuro mejor o mayores ingresos, en realidad nuestra salida fue buscando sobrevivir.
Gracias le damos a Dios que también nos hemos encontrado con mucha gente buena, amable que nos han tendido la mano, que nos han ayudado para que nuestra adaptación en este hermoso país sea más rápida. Estamos bien gracias a Dios porque estamos comiendo y estamos juntos y poco a poco Dios nos ha abierto puertas, mis hijos están estudiando, están en los primeros puestos de sus cursos y seguimos trabajando y luchando para lograr establecernos completamente en este hermoso país de Colombia. Dios los bendiga.