
Ser una buena persona no significa callar lo que sientes, ceder siempre o tragarte tus opiniones para evitar conflictos. En este episodio, desmontamos la falsa idea de que la amabilidad implica sumisión y exploramos cómo puedes ser firme sin perder tu esencia. A través de historias, reflexiones y un toque de humor, aprenderás a poner límites sin culpa, a expresarte con claridad y a dejar de buscar la aprobación de todos. Porque ser bueno no es ser manso… y ser amable no significa ser invisible.