
En este episodio comparto contigo una verdad que descubrí mientras aprendía inglés en territorio británico: Si no hacemos del inglés parte de nuestra vida cotidiana, es mucho más difícil y traumático aprenderlo.
Nuestro cerebro es más poderoso de lo que creemos. Si nos tomamos en serio el reto de planificar nuestra rutina, incorporando actividades en inglés, veremos resultados a corto y largo plazo.
Cuando vivía en la isla de Jersey tuve que trabajar con nativos y hablar inglés a diario. No obstante, además de mi jornada diaria de práctica oral de inglés en el trabajo, también hacía actividades por mi cuenta. Algunos días veía películas en inglés, otros días hacía ejercicios escritos de gramática y muchas otras actividades que me permitieron llegar al nivel nativo, C2 de la Universidad de Cambridge.
En mi libro: "El inglés no muerde. Claves para aprender inglés en la edad adulta" te muestro ejemplos de mi rutina semanal cuando era estudiante de inglés en Jersey.
Sin más preámbulo, te invito a escuchar la clave número 10.
¿Estás preparado? Aquí vamos...