
El dolor es una parte inevitable de la experiencia humana. Independientemente de sus causas, su naturaleza, o de sus características, existen diferentes maneras de abordarlo. Normalmente es posible reducirlo o eliminarlo con fármacos o con técnicas terapéuticas convencionales, pero en otros casos, sobre todo cuando el dolor es resistente al tratamiento habitual o se hace crónico, puede ser necesario buscar otro tipo de métodos, como el trance hipnótico.
En este sentido, el trance hipnótico es una forma eficaz de afrontar el dolor, ya que actúa a diferentes niveles en el sistema nervioso, modificando la percepción del dolor.
Estudios con neuroimagen han demostrado que, en estado de trance, se reduce la actividad en áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento del dolor a través de varios mecanismos:
-Se activan los circuitos de analgesia natural mediante la secreción de endorfinas.
-Facilita una relajación profunda del sistema nervioso, que reduce su intensidad.
-Modifica la actividad de la amígdala, disminuyendo la reacción emocional que produce.
-Permite disociar o desconectar la conciencia de la percepción del dolor.
-Transforma la sensación, permitiendo descubrir un nuevo significado, y estableciendo una nueva relación con el dolor.
Resumiendo, el trance hipnótico ayuda a calmar el dolor, modificando las vías nerviosas que intervienen en su procesamiento, reduciendo la respuesta emocional y el sufrimiento psicológico asociado. Todo esto favorece la resiliencia y la capacidad para manejar el propio dolor. Y puede ser útil para cualquier tipo de dolor, agudo o crónico.
En este episodio del Guardián del Umbral, te guío en un trance para calmar el dolor.