
El encuentro de la conciencia humana con el amor promueve los procesos naturales de transformación y favorece el autoconocimiento. Esto es lo que representa el mito de Eros y Psique, la fuerza transformadora del amor.
En este relato se reproducen ciertos patrones arquetípicos: la búsqueda del amor, la necesidad de conocer al otro, el conflicto entre lo racional y lo intuitivo, la experiencia de la separación, el esfuerzo por recuperar una relación, y en definitiva el coraje para amar.
Es la versión femenina del viaje del héroe, ya que Psique representa la primera heroína, que trasciende las limitaciones impuestas por el patriarcado y desarrolla atributos masculinos. Este mito también simboliza el encuentro con la parte femenina en el hombre.
El conocimiento profundo del propio Yo interior puede alcanzarse a través del amor. Y el amor auténtico surge del conocimiento íntimo y la comprensión mutua.
En este relato, Psique anhela conocer la verdadera identidad de su amante, Eros. Su búsqueda de respuestas y su amor por él la llevan a través de una serie de pruebas y desafíos que eventualmente la conducen a una mayor comprensión de sí misma y de su relación con lo divino. En este sentido, el amor por Eros actúa como un catalizador para el crecimiento personal y la autoconciencia de Psique.
Así, la esencia del mito es que el encuentro del alma humana con el amor genera placer.