
En marzo de 2025, durante Elimination Chamber, John Cena traicionó a Cody Rhodes para unirse a The Rock y Travis Scott, marcando un giro a villano que buscaba romper su imagen de héroe intachable y encaminarlo hacia la conquista de su decimoséptimo Campeonato Mundial, preparando el terreno para WrestleMania 41. La idea era refrescar su personaje y darle más peso emocional a su rivalidad con Rhodes.
Sin embargo, el plan no funcionó como se esperaba: el público no lo abucheó, percibiendo el cambio como forzado y poco creíble, en parte por la prolongada ausencia de The Rock. Para colmo, en SummerSlam Cena volvió abruptamente a ser babyface, dejando su etapa como heel sin desarrollo ni cierre adecuados.