
Se dice que el verdadero carácter se muestra, tanto en las crisis, como en la prosperidad. Las palabras y las acciones por más insignificantes que éstas sean, demuestran a todas luces, la esencia de la persona. Pero lo más sorprendente es que Dios se manifiesta en los momentos de crisis, quizás es difícil reconocerlo, porque la mente se ciega ante el dolor, la ansiedad y la preocupación, sin embargo lo cierto, es que Dios siempre está allí.
Abram, que venía de un fracaso espiritual al tratar de salvarse por su propia astucia, en este episodio nos muestra una faceta de su carácter, cargado de nobleza, humildad y dependencia total de Dios, en otras palabras, es la esperanza de saber, que a pesar de los errores, mientras haya vida, el amor, la consideración y la compasión de Dios por cada una de nosotras, estará presente, más allá de nuestra falta de fe, más allá de nuestros errores, siempre se puede escribir un capítulo nuevo en nuestra historia, si estamos dispuestas a ver más allá de lo que nuestros ojos y nuestras creencias pueden ver. Recuerda, Dios sobre pasa tus creencias limitantes y tus errores del pasado.