
Todas hemos sido lastimadas, lo reconozcas o no, de manera intencional o involuntaria, y en nosotras han quedado secuelas de esas heridas, conscientes y la mayoría de las veces inconsciente, también es cierto que en nosotras mora el bien y el mal, y lo que va a sobresalir en ti, va a depender de las decisiones que tomes, a pesar de tus heridas y de una vida no fácil, tu decides si alimentas el bien que hay en ti, o el mal, porque esa decisión tomada, tiene repercusiones, que ni tu misma te puedes imaginar, como lo vemos en el episodio de hoy.
Pero a pesar de eso, ¿sabías que cuando tu ves un arcoíris, los ojos De Dios también lo están viendo, y lo más maravilloso, es que al contemplarlo, El está pensando en ti, y en la promesa de que El te va a cuidar, proteger y de que sanará tus heridas? Dios no cambia, y su promesa hecha hace muchos siglos atrás, aún sigue vigente, para ti y para mí, entonces cada vez que veas en el cielo, un arco iris, !recuerda que Dios también lo está viendo, está pensando en ti y en la promesa que te hizo¡