
Los especialistas en educación, refieren que lo mejor para la educación de los niños es establecer horarios, rutinas establecidas, que ellos tengan la certeza de lo que va a pasar, por qué eso les brinda seguridad. Nosotras ya no somos niñas, pero aún así necesitamos la seguridad de saber lo que va a pasar y que no nos encontraremos con alguna sorpresa en el camino, que cambie por completo nuestras vidas. Pero en este mundo tan revolucionado y tan cambiante, ¿en dónde podemos encontrar seguridad? ¿en dónde se encuentra ese puerto seguro en el que nuestro barco puede anclar con total confianza? aún los niños hoy en día están siendo expuestos y cuestionados en su propia identidad, al no brindarles la seguridad de su género y dejarlo a una decisión propia para un futuro !sin otra base más que las emociones!
Pero las buenas nuevas, la buena noticia, es que ¡hay alguien que no cambia! ¡Uno que nos puede dar esa seguridad que tanto necesitamos! El carácter de Dios es inmutable, sus principios y sus promesas, aún el día de hoy siguen vigentes y en El, encontramos refugio, dirección, seguridad y amor. ¿Estás dispuesta a confiar en aquel que no cambia? Espero que sí lo hagas de todo corazón.