
Los tres últimos meses han sido un magnífico ejemplo en las bolsas de las dinámicas de psicología de masas y de cambios bruscos en las expectativas y en el relato que mueve los mercados. Con los índices casi en los mismos niveles de valoración y complacencia, cuando es evidente que se han deteriorado las perspectivas geoeconómicas, hemos decidido adoptar ahora una estrategia más cauta tras haber aprovechado el desplome de abril para añadir posiciones.