En algún momento nos han nombrado de una forma que nos marca. El hecho de cambiar de trabajo, o nuestro estado civil crea un cambio de etiqueta. Demos de ser desembolsados a empleados o bien de solteros a casados. Esas etiquetas no son las complicadas pues son las que podemos ver. Donde se complican las cosas es donde esa etiqueta crean un conflicto de identidad con nosotros mismos. Cuando entramos en conflicto con nostros mismos sufrimos. Tenemos que entender que esas etiquetas con las que no concordamos no nos definen. El peligro es no percatarse de esto, dejar que al escuchar una y otra vez la etiqueta modifique nuestra identidad. Pues las palabras crean pensamiento y estos a la vez creencias que modifican nuestra identidad.