
Yo acostumbro a medirme por las cosas que he logrado, pero mas aun por las que no. Y de ahi parto para darme valor y créeme capaz o no de hacer cosas. Sin embargo, luego de unas conversaciones con una amiga, ambas caimos en que la meta es el propio camino, el día a día. Cuando nos enfocamos en lo que "no" hemos logrado, muchas veces partiendo de que no se ha logrado justo como lo queremos, olvidamos todo lo que sí hemos logrado, ignoramos esos pequeños avances que son justo los que nos sacan de donde estábamos y nos van acercando a donde queremos estar. Por eso, la meta es caminar, caminar cada día un chispi hacia eso que queremos, es también saber pausar y descansar para recargarnos y poder seguir, o cambiar la dirección. Dejemos de medirnos por lo que no vemos realizado todavía y empecemos a enfocarnos en lo que de verdad importa, el aquí y el ahora.